lunes, 4 de febrero de 2013

Cloud Atlas: la experiencia mística



En este artículo es probable que me extienda un poco, ya que hablaré de una película que ha causado mucha polémica. Algunos la llaman pretenciosa e innecesaria, otros, afirman que es un producto original y trascendente, yo creo que Cloud Atlas es simplemente maravillosa, y lo digo porque los hermanos Wachowski junto a Tom Tykwer, logran producir en mi con esta película, no solamente una fascinación técnica con su propuesta visual, sino que además ha despertado una serie de interrogantes y/o planteamientos emocionales que no se vinculan  a si la peli es buena o mala.
Del sentimiento a la razón
Yo entiendo que siempre pretendamos enjuiciar el arte diciendo: me gusta o no me gusta, es bueno o malo, son acusaciones que todos realizamos, pero creo que existen obras que simplemente no pueden ser categorizadas de esta manera, ya que nos aproximan a una experiencia mucho más trascendental que las simples o complejas críticas y conceptos que pretendemos formular a partir de una experiencia, olvidándonos, contradictoriamente, precisamente de esto, la experiencia, el acto de simbiosis que pudiera existir cuando nos exponemos a una obra de arte, es decir, a la penetración que esa obra realiza en nosotros y de qué forma nosotros nos conectamos o no con ella.
Lo que pretendo exponer aquí es que muchas veces en el arte lo importante no es condenar o alabar al creador, sino más bien, escudriñar y detectar qué pasó en nuestro interior cuando nos enfrentamos a la obra, llámese  película, libro, pintura, música, etc.
Una de las formas en las que podemos vincularnos al arte, primero que nada, es abrirnos a la experiencia, a la posibilidad de cuestionarnos y replantearnos ciertas cosas, más allá de la técnica, la estructura o las convenciones paradigmáticas de ciertos géneros o estilos.





Sopa de géneros
En Cloud Atlas, que esta basada en la novela homónima del novelista inglés  David Mitchell, se emplean diversos géneros cinematográficos: El thriller, la ciencia ficción, una historia de amor, y la comedia. Esto hace que sin duda la película se convierta en una propuesta, de entrada, interesante, ya que además, las transiciones están muy bien realizadas. También creo que la alternancia de géneros y de épocas en la trama, permiten que esas tres horas de película no parezcan tales, debido a que le imprimen ritmo y niveles dramáticos.




El misticismo cósmico
Los hermanos Wachowski lograron en esta ocasión, a diferencia de su anterior película Speed Racer, producir un gran impacto en mi, creo que detonó una conciencia mística que dormitaba, una conciencia que vinculo con aquello que trasciende en el universo, eso que llamamos instinto, presagios, deya vu, presentimientos (sin considerar las respuestas científicas que puedan existir).
Lo místico, en este caso, no lo utilizaré como un concepto asociado a la unión máxima que el alma del hombre puede tener en el plano terrenal con Dios (independientemente de la religión: monoteísta o politeísta), sino más bien, como un término que nos vincula a un orden natural del que no somos conscientes. Cuando adquirimos y desarrollamos esto que llamo conciencia mística, percibimos al mundo de forma diferente, ya que definitivamente las conexiones que existen entre unos y otros se muestran con mayor claridad, porque estamos abiertos al cambio, a la sorpresa, y esto acorta los caminos para el que debe llegar o para el que debe irse.




Enlazando hilos
En Cloud Atlas se plantea que definitivamente, desde el momento en el que nacemos, estamos conectados, ligados a las personas que producirán cambios importantes en nuestras vidas, además, nos habla sobre el destino que labramos con nuestros actos, ya que dependiendo de las acciones que realicemos, sean nobles o viles, se escribirá nuestro futuro, y quizás no sea un futuro próximo o cercano a nuestro tiempo, sino el de una existencia diferente, en otro contexto, otro país, otro idioma, incluso, otra civilización.
Esta idea sobre la reencarnación me resulta atractiva, el hecho de que tarde o temprano nuestra voluntad se una a la del otro, es irremediablemente dramática y seductora para mí. Yo creo que Cloud Atlas nos invita a pensar que no se trata únicamente de pagar o redimir nuestras acciones; esto es un concepto muy cristiano, sino más bien a valorar la experiencia; no regodearse en el dolor o la alegría, simplemente observarla, sentirla, reconocer que formó parte de nuestras vidas; no se trata de ser feliz o infeliz, en el plano místico estos conceptos no existen, como tampoco existe ningún otro tipo de distinciones (raciales, de genero o de otro tipo) sólo la certeza de la ineludible experiencia y  del inevitable cambio.




La media Naranja
Por eso no somos capaces de explicar tantas cosas, como el amor, un fenómeno tan extraño que realmente nos cambia y valoriza como humanos, nos da mayor sentido de pertenencia y estabilidad.
Buscamos constantemente poder acercarnos a quien nos pertenece, y no lo digo con un sentido posesivo o psicótico, más bien siguiendo la idea que plantea Platón en su Banquete a través de la voz de Aristófanes, cuando dice que el hombre en un principio de los tiempos, era una esfera que podía constituirse de la alternancia entre lo masculino y lo femenino:  masculino+masculino, femenino+femenino o femenino+masculino, llamado Andrógino, y que gracias a que Zeus los separa con un rallo, están condenados a vagar eternamente buscando su otra mitad.
 Todos buscamos a nuestra mitad perdida, así como también buscamos a las personas con las que nos conectamos para continuar o terminar una historia inconclusa.
Cloud Atlas no solamente pretende hablarnos sobre esta idea de la reencarnación y de cómo nos conectamos con otros que ya conocimos en el pasado, repitiendo las mismas historias de forma cíclica; ya que el ciclo de la vida que los wachowski, Tom Tykwer y el novelista David Michell plantean, no habla únicamente de cómo nuestras experiencias se vinculan con nosotros mismos en otras vidas, sino de cómo la experiencia per se (no el Alma) avanza y se pasea indiferentemente de vida en vida. Quizás una especie de equilibrio cósmico en el que nos asociamos; una gran red mística de la que somos partícipes, en donde nos toca experimentar y sentir todo cuanto existe, hasta que se comience el ciclo; así, infinitamente.





Consideraciones técnicas
La película está muy bien editada, porque a pesar de contar seis historias diferentes, en épocas y espacios geográficos disímiles, el espectador puede seguir la trama y las conexiones sin mayor dificultad, a menos que empiece a buscar que actor interpreta otro papel; hay muchos que son evidentes, pero existen otros que sólo se perciben hasta el momento de los créditos, en donde se pueden distinguir con claridad.
Excelente dirección de arte, mis momentos preferidos son: la historia del compositor, la mayoría de los vestuarios, colores y texturas seleccionadas para la era del 2321, y el mundo de Sonmi.
La banda sonora es muy buena, sobretodo el sexteto Cloud Atlas, compuesto por  Tom Tykwer, Johnny Klimek y Reinhold Heil.

En conclusión, me parece que Cloud Atlas es una película que debe verse sin prejuicios,  y dándonos la oportunidad de experimentar algo diferente. 

Aquí les dejo el trailer 


1 comentario:

  1. Exelentes tus comentarios y analisis de la pelicula. Espero verla ya que se ve muy pero muy interesante

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