viernes, 26 de octubre de 2012

Considerar para entrenar I



 Recuerdo que al iniciarme en el mundo de los gimnasios y de más actividades físicas, mi objetivo principal, por no decir el único, era verme mejor, obligarme a desarrollar masa muscular y poder utilizar ropa que me luciera, hacer un sacrificio por alcanzar una meta, sin embargo, con el pasar del tiempo, descubrí que en realidad el ejercicio se fue convirtiendo en un medio de encuentro conmigo mismo, que terminó por ser una actividad de la que no puedo ni quiero desvincularme.
 Al igual que el estilo, como mencione en el artículo anterior, alcanzar satisfacer las necesidades y expectativas físicas que todos solemos tener cuando nos iniciamos en este camino hacia el cambio y la optimización personal, es algo complicado, ya que esperamos que nuestro cuerpo se transforme rápidamente sin tanto sacrificio, pero dicho cambio no suele presentarse tan prontamente como nos gustaría y perdemos la motivación, que en definitiva es lo peor que nos puede pasar en el proceso de adaptación de nuestro cuerpo.
Es aquí cuando debemos replantearnos y reformularnos el modo de percibir la actividad física, además de la estrategia que utilizaremos para modificar nuestro cuerpo. Lo primero es saber qué es lo que queremos: aumentar masa muscular, rebajar, definir, etc. Y tener aspiraciones realistas y sustentables para nuestro estilo de vida (tiempo disponible, hábitos de alimentación, constancia). Olvidarse de que los entrenadores son la solución también es algo importante, dejar de pensar que sin ellos no sabemos ni podemos hacer nada. Ellos representan una ayuda a la hora de entrenar, pero no son la herramienta principal para aclarar nuestras dudas y alcanzar nuestras metas. Lo segundo es flexibilizarnos con el entrenamiento que hayamos logrado crear para nosotros; asesorados por alguien que esté más informado en la materia; sí, puede ser un entrenador el que nos asesore, pero esto no quiere decir que convertiremos su apoyo en un ancla del vicio, es decir, esperar que nos diga que hacer todos los días y conversar con él por más tiempo del que se debe a la hora de entrenar.
La flexibilidad se determina con la alternancia en los días y horarios de entrenamiento, a demás de los tipos  de ejercicios que vamos a realizar. No hay cosa más terrible que pensar que si no hago las cosas exactamente igual que la semana pasada: el cuerpo no responderá al entrenamiento. Por el contrario, el cuerpo reacciona mejor cuando recibe diversos estímulos, además gran parte del fracaso que muchas personas experimentan en el gimnasio se debe a que sienten que si faltan un día, ya no tiene sentido entrenar el resto de la semana, o a que se aburren rápidamente de hacer siempre lo mismo. Mi consejo es que desmitifiquen que siempre deben entrenar: Pecho y Bíceps, Espalda y Tríceps, etc. Lo importante es entrenar, los ejercicios pueden ser combinados, con alteraciones en el peso y la intensidad…no siempre iguales. Creo que en todo caso lo que se puede hacer es entrenar de la misma manera por un tiempo prudencial, un mes y después cambiarlo, probar otra cosa. De esta manera no aburrimos a nuestro cuerpo ni a nosotros mismos.
Otro aspecto importante es ser autodidacta en materia de entrenamiento, el internet siempre es una buena herramienta para conseguir ejercicios que nos ayudarán a no sólo trabajar con maquinas y mancuernas en el gimnasio, algunas de las páginas que recomiendo son: www.coreperformence.com, www.passion4profession.net, o buscar videos en youtube en los que se muestren diversas maneras de entrenar el músculo que nos interesa.
Es importante saber que tipo de ejercicios estoy realizando y para qué los estoy ejecutando, el conocimiento en la materia es una de las formas en las que podemos evitar la frustración a la hora de entrenar, porque nos permite saber cómo podemos modificar nuestra rutina y de qué forma podemos adaptar nuestra vida agitada a la idea del ejercicio como una actividad rutinaria.
El ejercicio debe convertirse en una necesidad, en algo cotidiano…no debería costarnos tanto poner en practica alguna actividad física si resulta favorecedora para nuestra salud y apariencia, por eso insisto en que debemos ser flexibles con el entrenamiento y la alimentación (tema del que no he hablado, pero del que seguramente escribiré algo más adelante).  Con lo que sí debemos ser rigurosos y tercos es con el número de días que vamos a entrenar, con cuatro o tres días a la semana es suficiente, ya que en este tiempo se pueden trabajar todos los grupos musculares sin ningún problema.
NOTA: Es importante recordar que sin importar cual sea nuestro objetivo a la hora de ejercitarnos: crecer en masa muscular, rebajar o definir, las horas de sueño y de descanso son elementales para la optimización de los resultados, debido a que el cuerpo necesita recuperarse del estrés que le causa cualquier tipo de entrenamiento.

Considerar para entrenar I



 Recuerdo que al iniciarme en el mundo de los gimnasios y de más actividades físicas, mi objetivo principal, por no decir el único, era verme mejor, obligarme a desarrollar masa muscular y poder utilizar ropa que me luciera, hacer un sacrificio por alcanzar una meta, sin embargo, con el pasar del tiempo, descubrí que en realidad el ejercicio se fue convirtiendo en un medio de encuentro conmigo mismo, que terminó por ser una actividad de la que no puedo ni quiero desvincularme.
 Al igual que el estilo, como mencione en el artículo anterior, alcanzar satisfacer las necesidades y expectativas físicas que todos solemos tener cuando nos iniciamos en este camino hacia el cambio y la optimización personal, es algo complicado, ya que esperamos que nuestro cuerpo se transforme rápidamente sin tanto sacrificio, pero dicho cambio no suele presentarse tan prontamente como nos gustaría y perdemos la motivación, que en definitiva es lo peor que nos puede pasar en el proceso de adaptación de nuestro cuerpo.
Es aquí cuando debemos replantearnos y reformularnos el modo de percibir la actividad física, además de la estrategia que utilizaremos para modificar nuestro cuerpo. Lo primero es saber qué es lo que queremos: aumentar masa muscular, rebajar, definir, etc. Y tener aspiraciones realistas y sustentables para nuestro estilo de vida (tiempo disponible, hábitos de alimentación, constancia). Olvidarse de que los entrenadores son la solución también es algo importante, dejar de pensar que sin ellos no sabemos ni podemos hacer nada. Ellos representan una ayuda a la hora de entrenar, pero no son la herramienta principal para aclarar nuestras dudas y alcanzar nuestras metas. Lo segundo es flexibilizarnos con el entrenamiento que hayamos logrado crear para nosotros; asesorados por alguien que esté más informado en la materia; sí, puede ser un entrenador el que nos asesore, pero esto no quiere decir que convertiremos su apoyo en un ancla del vicio, es decir, esperar que nos diga que hacer todos los días y conversar con él por más tiempo del que se debe a la hora de entrenar.
La flexibilidad se determina con la alternancia en los días y horarios de entrenamiento, a demás de los tipos  de ejercicios que vamos a realizar. No hay cosa más terrible que pensar que si no hago las cosas exactamente igual que la semana pasada: el cuerpo no responderá al entrenamiento. Por el contrario, el cuerpo reacciona mejor cuando recibe diversos estímulos, además gran parte del fracaso que muchas personas experimentan en el gimnasio se debe a que sienten que si faltan un día, ya no tiene sentido entrenar el resto de la semana, o a que se aburren rápidamente de hacer siempre lo mismo. Mi consejo es que desmitifiquen que siempre deben entrenar: Pecho y Bíceps, Espalda y Tríceps, etc. Lo importante es entrenar, los ejercicios pueden ser combinados, con alteraciones en el peso y la intensidad…no siempre iguales. Creo que en todo caso lo que se puede hacer es entrenar de la misma manera por un tiempo prudencial, un mes y después cambiarlo, probar otra cosa. De esta manera no aburrimos a nuestro cuerpo ni a nosotros mismos.
Otro aspecto importante es ser autodidacta en materia de entrenamiento, el internet siempre es una buena herramienta para conseguir ejercicios que nos ayudarán a no sólo trabajar con maquinas y mancuernas en el gimnasio, algunas de las páginas que recomiendo son: www.coreperformence.com, www.passion4profession.net, o buscar videos en youtube en los que se muestren diversas maneras de entrenar el músculo que nos interesa.
Es importante saber que tipo de ejercicios estoy realizando y para qué los estoy ejecutando, el conocimiento en la materia es una de las formas en las que podemos evitar la frustración a la hora de entrenar, porque nos permite saber cómo podemos modificar nuestra rutina y de qué forma podemos adaptar nuestra vida agitada a la idea del ejercicio como una actividad rutinaria.
El ejercicio debe convertirse en una necesidad, en algo cotidiano…no debería costarnos tanto poner en practica alguna actividad física si resulta favorecedora para nuestra salud y apariencia, por eso insisto en que debemos ser flexibles con el entrenamiento y la alimentación (tema del que no he hablado, pero del que seguramente escribiré algo más adelante).  Con lo que sí debemos ser rigurosos y tercos es con el número de días que vamos a entrenar, con cuatro o tres días a la semana es suficiente, ya que en este tiempo se pueden trabajar todos los grupos musculares sin ningún problema.
NOTA: Es importante recordar que sin importar cual sea nuestro objetivo a la hora de ejercitarnos: crecer en masa muscular, rebajar o definir, las horas de sueño y de descanso son elementales para la optimización de los resultados, debido a que el cuerpo necesita recuperarse del estrés que le causa cualquier tipo de entrenamiento.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Versace Men's Spring/Summer 2013 Full Show | EXCLUSIVE. Vean la combinación de colores. Hay que valorar las piezas por separado más allá de la presentación, adquieren mayor valor.

Versace Men's Spring/Summer 2013 Full Show | EXCLUSIVE. Vean la combinación de colores. Hay que valorar las piezas por separado más allá de la presentación, adquieren mayor valor.

Moda: Día a Día (un quehacer constante)



A muchas personas nos ocurre que no disponemos de un armario repleto de ropa tal y como nos gustaría, sobretodo si nos autodefinimos como amantes de la moda y del diseño en general, por lo que tendemos a pensar que nunca tenemos nada que ponernos, y a pesar que no es del todo falsa dicha afirmación, debemos replantearnos nuestra forma de vestir diariamente para eliminar este lugar común tan conformista, ya que la sola idea de no tener suficiente ropa nos limitará a siempre crear los mismos outfits en lugar de utilizar nuestra creatividad y necesidad de expresión.
Cuando pienso en un armario que tiene pocas prendas o si por el contrario tiene demasiadas, la regla para mi siempre será la misma, no repetir un look por un periodo de tiempo considerable...aunque nos luzca o guste demasiado, debido a que la búsqueda del buen vestir, entre otras cosas,  es saber jugar con lo que se tiene, sea mucho o poco.
En este caso hablaré sobre los armarios que no tienen demasiado y comenzaré enumerando ciertas reglas que considero, son de gran utilidad.

1.- Debes organizar tus looks por día, así no repetirás el mismo durante la semana.

2.- A la semana siguiente, si llegas a repetir alguna prenda o varias, siempre debes buscar que estén combinadas de forma diferente.

3.- Los accesorios como zapatos, anillos, pulseras, cadenas, prendedores, correas, etc. son de gran ayuda para modificar y enriquecer un look.

4.- No pierdas prendas por que estén viejas, a menos que el defecto sea irreparable o se vea realmente mal, por ejemplo, si tienes un pantalón (de vestir, o jean) que te quede muy bien pero que esté desgastado, siempre puedes teñirlo de otro color o del original para alargar la vida de la  prenda.

Nota: Hay pantalones que podrías convertir en bermudas para días soleados o para la playa, incluso, no siempre debes modificar prendas desgastadas, yo soy partidario de las prendas que son algo viejas, y no precisamente Vintage...me parece que tienen un encanto particular si son bien utilizadas.
Para saber si ya utilizaste un look o no, puedes llevar un diario en el que anotes que utilizaste, de manera que no lo repitas. Aunque esto último parezca tedioso, si eres una persona curiosa y creativa, te mantendrá en continuo proceso de investigación, ya que al no saber que usar buscarás información en revistas, blogs o desfiles en donde puedas hallar inspiración… por ejemplo, quizás piensas que ya has agotado el potencial de tu armario y no has observado las posibilidades de creación y combinación que existen en él, y este tipo de investigación te hará ver que todavía existen alternativas que no has contemplado.
Si realmente quieres analizar el mundo de la moda para reinterpretarlo y aproximarlo a tu vida cotidiana y tus posibilidades económicas, observa las colecciones no como un simple espectador, sino entendiendo cómo son utilizados los colores por cada diseñador, probablemente descubras que en muchos casos ciertas combinaciones se repiten, y podrías pensar que si es de esta manera es porque en efecto funcionan.
Una vez que hayas sacado algunas ideas, debes tener cuidado con los estereotipos, ya que existen combinaciones de color que se asocian directamente con alguna entidad pública (algún partido político), privada (uniformes) o animada (Batman, Bob Esponja, Miss Piggy) a la que no te quieres parecer.
Si combinas los tonos erróneos de rojo y verde parecerás un arbolito o corona de navidad. Si te vistes de negro y naranja, podrías parecer una publicidad ambulante de la noche de brujas. Yo he sido victima de estos suicidios estilísticos a pesar de pensar bien mis outfits a la hora de salir, y sí,  en ocasiones cometo errores que luego pago con comentarios desagradables, pero esto es natural, porque el camino para encontrar un estilo personal está lleno de aciertos y desaciertos, lo importante es reconocer en qué nos equivocamos para poder corregirnos y mejorar.
Cuando hablamos de mejoras, entonces es necesario que nos plantearnos la Moda como un nuevo campo del conocimiento, de esa manera nos aproximaremos más a la idea de cambio que los estudios de cualquier área pueden producir en nosotros.
El conocimiento adquirido a través de la investigación fashionista, deberá ser reforzado diariamente para no olvidar los contenidos y aplicado en la cotidianidad como ejercicio practico de entendimiento (combinaciones de colores, texturas, volúmenes, etc.)  hasta convertirlo en una competencia inconsciente.
El arte del buen vestir se aprende, es una habilidad que podemos desarrollar con disciplina y constancia. El gusto se educa y esto lo aprendemos desde pequeños, no sabríamos leer si no fuéramos personas educadas en un sistema que valoriza esta habilidad, más adelante, y dependiendo de nuestros intereses, podemos educar otro tipo de cosas como el amor por la literatura o el cine, es decir, que no se nace con una competencia nata para amar las películas de Cacoyannis o Kubrick, pero si realmente estamos interesados en aprender, podemos educarnos y sensibilizarnos ante las propuestas estéticas y narrativas de ambos cineastas. Lo mismo ocurre con la moda. Solo debemos abrirnos a la posibilidad de conocer realmente qué nos gusta y quienes somos, porque la moda y el estilo son un quehacer constante, una tarea diaria. 





Moda: Día a Día (un quehacer constante)



A muchas personas nos ocurre que no disponemos de un armario repleto de ropa tal y como nos gustaría, sobretodo si nos autodefinimos como amantes de la moda y del diseño en general, por lo que tendemos a pensar que nunca tenemos nada que ponernos, y a pesar que no es del todo falsa dicha afirmación, debemos replantearnos nuestra forma de vestir diariamente para eliminar este lugar común tan conformista, ya que la sola idea de no tener suficiente ropa nos limitará a siempre crear los mismos outfits en lugar de utilizar nuestra creatividad y necesidad de expresión.
Cuando pienso en un armario que tiene pocas prendas o si por el contrario tiene demasiadas, la regla para mi siempre será la misma, no repetir un look por un periodo de tiempo considerable...aunque nos luzca o guste demasiado, debido a que la búsqueda del buen vestir, entre otras cosas,  es saber jugar con lo que se tiene, sea mucho o poco.
En este caso hablaré sobre los armarios que no tienen demasiado y comenzaré enumerando ciertas reglas que considero, son de gran utilidad.

1.- Debes organizar tus looks por día, así no repetirás el mismo durante la semana.

2.- A la semana siguiente, si llegas a repetir alguna prenda o varias, siempre debes buscar que estén combinadas de forma diferente.

3.- Los accesorios como zapatos, anillos, pulseras, cadenas, prendedores, correas, etc. son de gran ayuda para modificar y enriquecer un look.

4.- No pierdas prendas por que estén viejas, a menos que el defecto sea irreparable o se vea realmente mal, por ejemplo, si tienes un pantalón (de vestir, o jean) que te quede muy bien pero que esté desgastado, siempre puedes teñirlo de otro color o del original para alargar la vida de la  prenda.

Nota: Hay pantalones que podrías convertir en bermudas para días soleados o para la playa, incluso, no siempre debes modificar prendas desgastadas, yo soy partidario de las prendas que son algo viejas, y no precisamente Vintage...me parece que tienen un encanto particular si son bien utilizadas.
Para saber si ya utilizaste un look o no, puedes llevar un diario en el que anotes que utilizaste, de manera que no lo repitas. Aunque esto último parezca tedioso, si eres una persona curiosa y creativa, te mantendrá en continuo proceso de investigación, ya que al no saber que usar buscarás información en revistas, blogs o desfiles en donde puedas hallar inspiración… por ejemplo, quizás piensas que ya has agotado el potencial de tu armario y no has observado las posibilidades de creación y combinación que existen en él, y este tipo de investigación te hará ver que todavía existen alternativas que no has contemplado.
Si realmente quieres analizar el mundo de la moda para reinterpretarlo y aproximarlo a tu vida cotidiana y tus posibilidades económicas, observa las colecciones no como un simple espectador, sino entendiendo cómo son utilizados los colores por cada diseñador, probablemente descubras que en muchos casos ciertas combinaciones se repiten, y podrías pensar que si es de esta manera es porque en efecto funcionan.
Una vez que hayas sacado algunas ideas, debes tener cuidado con los estereotipos, ya que existen combinaciones de color que se asocian directamente con alguna entidad pública (algún partido político), privada (uniformes) o animada (Batman, Bob Esponja, Miss Piggy) a la que no te quieres parecer.
Si combinas los tonos erróneos de rojo y verde parecerás un arbolito o corona de navidad. Si te vistes de negro y naranja, podrías parecer una publicidad ambulante de la noche de brujas. Yo he sido victima de estos suicidios estilísticos a pesar de pensar bien mis outfits a la hora de salir, y sí,  en ocasiones cometo errores que luego pago con comentarios desagradables, pero esto es natural, porque el camino para encontrar un estilo personal está lleno de aciertos y desaciertos, lo importante es reconocer en qué nos equivocamos para poder corregirnos y mejorar.
Cuando hablamos de mejoras, entonces es necesario que nos plantearnos la Moda como un nuevo campo del conocimiento, de esa manera nos aproximaremos más a la idea de cambio que los estudios de cualquier área pueden producir en nosotros.
El conocimiento adquirido a través de la investigación fashionista, deberá ser reforzado diariamente para no olvidar los contenidos y aplicado en la cotidianidad como ejercicio practico de entendimiento (combinaciones de colores, texturas, volúmenes, etc.)  hasta convertirlo en una competencia inconsciente.
El arte del buen vestir se aprende, es una habilidad que podemos desarrollar con disciplina y constancia. El gusto se educa y esto lo aprendemos desde pequeños, no sabríamos leer si no fuéramos personas educadas en un sistema que valoriza esta habilidad, más adelante, y dependiendo de nuestros intereses, podemos educar otro tipo de cosas como el amor por la literatura o el cine, es decir, que no se nace con una competencia nata para amar las películas de Cacoyannis o Kubrick, pero si realmente estamos interesados en aprender, podemos educarnos y sensibilizarnos ante las propuestas estéticas y narrativas de ambos cineastas. Lo mismo ocurre con la moda. Solo debemos abrirnos a la posibilidad de conocer realmente qué nos gusta y quienes somos, porque la moda y el estilo son un quehacer constante, una tarea diaria.